Presuntos delincuentes rematados en el piso sin capacidad de defenderse, indigentes prendidos fuego mientras duermen, adolescentes asesinados por la policía en una persecución a tiros. Los otros, los débiles, los desiguales son los destinatarios de violencias cada vez más extendidas que carecen de reglas y buscan destruir cuerpos excedentes. ¿Cómo reemplazar el lazo social forjado en el odio? Ezequiel Ipar escribe sobre el mercado de la crueldad.