La actuación de diversos factores de poder en el escenario brasileño lo vuelve casi indescifrable. La investigadora argentina Mariana de Gainza y el brasileño Igor Peres dicen que lo que parece firme es la determinación de las corporaciones y las élites de ir más allá de ciertos mecanismos del sistema político. Lo novedoso es la actuación de jueces convencidos de ser los verdaderos garantes de la reforma moral que el país necesitaría, dicen y pronostican que el futuro parecería el peor de los mundos posibles: una “pelea de blancos”. La línea que abre esta tensa coyuntura es la demanda popular por “Diretas Já!”.