La pregunta por las fantasías sociales que dan su consistencia a la elaboración ideológica de la experiencia se vuelve especialmente necesaria cuando los discursos políticos se articulan en los medios de comunicación sintetizando una multiplicidad de imágenes de xenofobia, racismo, clasismo y otros prejuicios sociales. Estos complejos mecanismos de producción social de paranoia son capaces de generar efectos de bloqueo de las capacidades críticas y una inclinación regresiva que orienta a la subjetividad a la disyuntiva dramática de ´creerlo todo´ o quedar desconectada del mundo compartido que dirigen las nuevas empresas y tecnologías de la comunicación.