Ezequiel Ipar es sociólogo (UBA), Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Doctor en Filosofía por la Universidad de Sao Paulo (USP). Se desempeña como investigador en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y como profesor en el área de Teoría Sociológica en las universidades de Buenos Aires (UBA). Actualmente dirige el GECID (Grupo de estudios críticos sobre ideologías y democracia) en el Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires.
Lo encontramos en Córdoba, plataformas digitales de por medio, con la duda previa de si la conexión que se encontraba utilizando sería suficiente para garantizar una comunicación fluida, y afortunadamente lo fue, en gran medida. Un poco por hábito, otro tanto como gesto de “buena educación” y bastante por curiosidad genuina, le pregunto cómo lo encontró la pandemia, a la cual se refirió como “casi un cambio de vida o muerte”.
Hubo una manera de “ser nosotros” que se murió y apareció la necesidad de sobrevivir de alguna forma. Al principio fue difícil, dar clases, investigar, seguir tratando de pensar, y después nos dimos cuenta de que lo que estaba sucediendo era un gran acontecimiento histórico social, o sea que había muchas cosas que iban a cambiar, había muchas cosas que iban a volverse imposibles, otras iban a ser diferentes de un modo inesperado. Estaba también la idea de que la magnitud y el alcance de la pandemia era una alteración, un peligro que afectaba a toda la humanidad. Tal vez nuestra generación no conoció un fenómeno de esta envergadura, de esta universalidad, y nosotros pensamos que no sólo se iba a volver algo interesante para pensar y para investigar desde las ciencias sociales, sino que también podrían surgir, no sé si transformaciones radicales, pero sí que podía aparecer una necesidad de reflexión profunda sobre la vida social, en los actores políticos, en las instituciones y en la opinión pública.