La lectura de los textos que componen este libro no puede escapar a cierta perplejidad. A diferencia de las investigaciones por las que conocemos la ya extensa obra de su autor, éstos son escritos en los que las costuras de sus tejidos no se borran ante el despliegue lógico del razonamiento, ni aparecen como frutos maduros de prolongadas meditaciones de alguien que piensa en soledad.